"La Rana Viajera" - читать интересную книгу автора (Camba_Julio)


Pero el Sr. Botella debe prepararse a que la noticia de su
descubrimiento sea acogida con alg·n escepticismo. бAhэ es nada
encontrar oro en Espaёa! Al mismo tiempo que el Sr. Botella, hemos
estado buscсndolo veinte millones de espaёoles y no hemos logrado a·n
pasar de la calderilla. Lo hemos registrado todo sin щxito ninguno, y
aunque sabemos que el oro espaёol estс prodigiosamente escondido, se nos
hace un poco fuerte eso de creer que, para librarlo de nuestras
pesquisas, sus acaparadores lo hayan mezclado con mercurio.

Por lo demсs, si el descubrimiento del Sr. Botella resultase cierto,
vendrэa a constituir, en cierto modo, una reivindicaciєn para los
falsificadores, quienes cuando necesitan dinero no hacen dramas,
crєnicas ni novelas, como los literatos, sino que hacen dinero. El seёor
Botella necesitaba oro--con un fin econєmico o con un fin cientэfico--,
y en vez de ponerse a hacer literatura, a hacer sillas o a hacer
chaquetas, se ha puesto directamente a hacer oro. Tome ejemplo el lector
espaёol, y si no puede hacer oro, trate, por lo menos, de hacer
billetes.

Por mi parte, yo me alegrarэa mucho de que el descubrimiento del Sr.
Botella fuese realmente eficaz. Si se puede sacar oro de ese metal
extraёo, frэo y terapщutico que se llama mercurio, todo el mundo tendrс
oro prєximamente. Por lo menos, todo el mundo tendrс oro en una
proporciєn equivalente a su cantidad de mercurio. Claro que entonces el
oro perderс casi toda su importancia; pero por eso precisamente es por
lo que yo, con una intenciєn algo bolchevique, digo que me alegrarэa...




XIV

LA PESETA


┐Que ha subido el precio de los alquileres? ┐Que las patatas estсn por
las nubes? ┐Que el calzado cuesta un ojo de la cara?... Nada de eso. Es
que la peseta ha perdido su capacidad adquisitiva.

Teєricamente, las patatas estсn donde estaban; pero la peseta no puede
ya adquirirlas con tanta facilidad como antes. Antes se reunэan quince o
veinte pesetas, se iba a una tienda y adquirэase en el acto un par de
zapatos bastante aceptables. Ahora, para realizar la misma empresa, se
necesitan sesenta pesetas, por lo menos. No es que el coste del calzado
haya aumentado, aunque tal crean los profanos en cuestiones econєmicas.
No. Es que la peseta ha perdido su capacidad adquisitiva.

Los profanos en cuestiones econєmicas pueden decir que esto es igual, y,
en efecto, es igual. Es igual prсcticamente; pero, ┐y la teorэa?