"La Rana Viajera" - читать интересную книгу автора (Camba_Julio)

y primitivo. En realidad no hablan gallego, sino que malhablan
castellano. Y, de formar una Liga para reconstituir el castellano en sus
formas mсs remotas, yo no veo por quщ esa Liga ha de formarse
precisamente en Galicia. Lo mismo se podrэa formar en Valladolid.

No creo que haya un idioma gallego distinto del castellano. Lo que sэ
creo es que se podrэa inventar. Conozco lenguas medievales que se han
fabricado en estos ·ltimos treinta aёos, de acuerdo con todos los
adelantos filolєgicos. Con una pequeёa base se hace una lengua en menos
tiempo del que se necesita para hacer un partido polэtico. Podrэamos,
pues, hacer un idioma gallego; pero ┐cuсnto nos durarэa?

A la vuelta de cincuenta, de sesenta o de cien aёos, este idioma gallego
llegarэa, lєgica y fatalmente, a confundirse con el castellano. El
gallego evolucionarэa siguiendo su curso natural.

--┐Y el castellano?--preguntarс alguien.

El castellano no evolucionarэa nada, porque ahэ estсn los acadщmicos
para impedir que evolucione.

Por lo demсs, acaso todo esto de los idiomas sea mucho menos importante
de lo que nos parece. Yo creo que la importancia de los idiomas es muy
pequeёa, hasta en la misma literatura. Si lo mсs importante en
literatura fuese el idioma, los iberoamericanos leerэan libros espaёoles
con preferencia a los libros de otros paэses. El idioma une los
iberoamericanos a nosotros; pero otras cosas, positivamente mсs fuertes,
los atraen hacia paэses de hablas muy distintas.




VI

EL ACENTO


En un viaje reciente, a bordo de un transatlсntico, tuve la fortuna de
coincidir con una ilustre compaёэa de actores espaёoles. Yo venэa algo
mareado. Mi cabeza me producэa una sensaciєn extraёa, como si no fuese
exactamente la mэa, sino, mсs bien, una cabeza parecida, que alguien me
hubiese dado el encargo molesto de transportar hasta Espaёa. Juzgando
con esta cabeza, tomщ por una gran actriz a una seёora que hablaba
siempre de un modo muy enfсtico; pero ella me sacє pronto de mi error.
Si hablaba asэ, no era por ella, sino por las niёas, dos hijas suyas,
muy monas, por cierto. Las niёas estaban comenzando su carrera teatral,
y apenas si ponэan en la compaёэa algo mсs que sus caras bonitas; pero
la madre, entre bastidores, ponэa el щnfasis.

--бPobrecitas!--decэa la buena seёora--. Hay una que habla algo; pero la