"La Rana Viajera" - читать интересную книгу автора (Camba_Julio)


--Fэjese usted bien...

Me fijo bien.

--┐No ha visto usted nunca caras parecidas a la mэa?

Indudablemente, yo he visto caras parecidas a la de este seёor: caras
con una nariz, caras con unos ojos, caras con unos bigotes... Tambiщn he
visto sombreros de jipi-japa semejantes a este sombrero de jipi-japa.
Sin embargo, no caigo.

--No hay duda--exclamo--de que yo le conozco a usted; pero, asэ, de
momento, no doy con el nombre...

--┐De modo que no puede usted decirme quiщn soy yo?

--No, seёor...

El hombre se queda muy apesadumbrado. ┐Se tratarс, acaso, de un hombre
que ignora su estado civil y que pretende averiguarlo preguntсndoselo a
las gentes? ┐Considerarс este hombre, tal vez, que, siendo periodista,
yo debo estar mejor informado que las otras personas? бCaso triste, en
verdad, el de un seёor que no sabe quiщn es y que no encuentra quien se
lo diga!... Yo comienzo a afligirme, pero el seёor me recita de pronto
su nombre, su edad, su profesiєn, sus apellidos y sus motes.

--┐De modo que usted sabэa quiщn es?--exclamo.

--Claro estс.

--Y entonces--prosigo--, ┐con quщ objeto me lo preguntaba usted a mэ?

No me lo preguntaba para informarse, sino que lo hacэa con una intenciєn
perfectamente capciosa.

Yo permanezco algo desconcertado, y al poco rato comparece otro hombre.

--бHola!--exclama el otro hombre--. ┐No sabes quiщn soy?

--No sщ quiщn eres.

--Y щste--aёade seёalando a un compaёero suyo--, ┐tampoco sabes quiщn
es?

--Tampoco. No sщ quiщnes sois; pero tal vez puedan informaros en el
Juzgado municipal.

Desde que estoy en el pueblo, numerosas personas se me han acercado para
que les diga sus nombres. Al principio procuraba complacerlas y hacэa