"La Rana Viajera" - читать интересную книгу автора (Camba_Julio)

otra clase: un socialista para millonarios.

La idea de un socialismo para millonarios no es mэa, sino de Bernard
Shaw. Permэtaseme adoptarla, sin embargo, para brindсrsela a los
capitalistas bilbaэnos.

Los capitalistas bilbaэnos estсn completamente desamparados frente a sus
obreros. Mientras se fundan cooperativas, y se construyen casas baratas,
y se crean parques y jardines, y se instalan bibliotecas p·blicas y
baёos municipales, adaptando a los recursos del obrero toda la vida del
paэs, ┐quiщn se acuerda de los millonarios? Un millonario bilbaэno puede
gastarse dos o tres millones en un _yacht_ y otros dos o tres en su
palacio de Algorta; pero, ┐quщ hace luego con los millones restantes?

Hace poco se ha fundado aquэ una Compaёэa para lograr que el kilo de
merluza no cueste nunca mucho mсs de seis reales; pero, ┐dєnde estс la
compaёэa que venda merluzas para millonarios a mil o a dos mil duros? No
hay merluzas para millonarios, no hay zapatos para millonarios, no hay
sombreros para millonarios. Yo he visto al seёor Sota el otro dэa con un
gabсn que, desde luego, no le habэa costado mucho mсs que el mэo. Claro
que el seёor Sota puede comprarse cien, doscientos, quinientos gabanes;
pero esto serэa una superfluidad. En un paэs organizado para
millonarios, el ilustre naviero debiera poder adquirir un gabсn de
varios millones de pesetas. Hoy no puede adquirirlo, y es que el
millonario se encuentra postergado en el mundo. Mientras todos gozamos
de la vida en proporciєn con nuestros recursos, el millonario, no. Nadie
se cuida de los millonarios, y helos ahэ teniendo que fundar escuelas y
hospitales y que distribuir su dinero en obras de beneficencia.

бPobres millonarios! Hasta hace poco, su desamparo se explicaba por su
rareza. Los millonarios eran escasэsimos y no podэan imponerse. Pero las
cosas han cambiado, y hoy, en Bilbao, ┐quiщn no estс ya en el tercero o
cuarto millєn?

Ha llegado la hora de las grandes reivindicaciones. La sociedad tendrс
que dejarles un puesto a los millonarios, y si no lo hace, yo,
millonario, dimitirэa.




III

EL HOMBRE QUE SE VENDI╙ BREA A S═ MISMO


Cuando un hombre, en Bilbao, dice que necesita vagonetas, esto no
significa necesariamente que ese hombre necesite vagonetas. A lo sumo,
las vagonetas las necesita un amigo de un amigo de un amigo suyo. Y
cuando otro hombre, en el mismo Bilbao, le ofrece vagonetas a la gente,