"Philip Jose Farmer - Lord Tyger" - читать интересную книгу автора (Farmer Phillip Jose)

Trep├│ por la orilla y, de un salto, se refugi├│ en la espesura. Una flecha se enterr├│ en el suelo cerca de ├йl,
dejando un agujero de contornos irregulares en una hoja de taro. Riendo, Ras se desliz├│ velozmente
detr├бs de un ├бrbol. En su interior hab├нa un peque├▒o sol que le calentaba y le hac├нa cosquillas en los
nervios. Qu├й delicioso era todo esto; qu├й gran forma de vivir.




Cuando Ras cumpli├│ los nueve a├▒os hac├нa ya tiempo que Mariyam y Yusufu hab├нan dejado de intentar
que les obedeciera. Hasta entonces, al menos uno de los dos hab├нa insistido en que estuviera siempre all├н
donde pudieran verle, pero aun as├н Ras sol├нa alejarse de ellos, incluso sabiendo que le dar├нan una paliza
cuando regresara.

Sus continuas ├│rdenes le irritaban, y cre├нa saber lo bastante sobre los leopardos y las serpientes
venenosas como para cuidar de s├н mismo. Si estaba en el suelo, se limitaba a salir corriendo hasta que las
cortas y arqueadas piernas de Yusufu no pod├нan seguirle y se quedaba sin aliento. Si estaba en los
├бrboles, no pod├нa alejarse tan f├бcilmente, porque Yusufu era tan ├бgil como ├йl.

Sin embargo, y dado que Yusufu no estaba dispuesto a correr tantos riesgos como Ras, no tardaba en
rendirse y abandonar la persecuci├│n, dedic├бndose a lanzar juramentos y amenazas en am├бrico, ├бrabe y
swahili a las que Ras no hac├нa caso alguno. Ras se sent├нa un poco culpable porque amaba a sus padres y
no deseaba causarles preocupaciones, pero todav├нa deseaba m├бs el ser libre.

Yusufu siempre estaba dici├йndole que no hiciera esto o aquello, que no se acercara a tal sitio o que
tuviera cuidado con una cosa o con otra. Ras ten├нa la sensaci├│n de que las palizas recibidas a su vuelta
bastaban para compensar toda posible culpabilidad, y lo cierto es que las alegr├нas obtenidas de sus
vagabundeos en solitario eran mayores que el dolor del l├бtigo.

Ras recorr├нa toda la extensi├│n de terreno que hab├нa entre los acantilados y el lago del norte y los riscos
del este y el oeste, terminando en el l├нmite de la meseta. Pero en aquellos tiempos jamas bajaba de la
meseta. La jungla que hab├нa bajo ella parec├нa tan siniestra como le hab├нan dicho que era Mariyam y
Yusufu. Adem├бs, la ├║nica vez que cedi├│ a su curiosidad y empez├│ a bajar por los acantilados el P├бjaro
de Dios le hab├нa detenido.

El P├бjaro siempre hab├нa estado por aquellos lugares, al menos que Ras pudiera recordar, pero ├йsta era
la primera vez que mostraba alg├║n inter├йs hacia ├йl. Antes siempre hab├нa pasado volando por el cielo en
alguna misi├│n misteriosa o hab├нa estado inm├│vil sobre Ras durante un tiempo para marcharse despu├йs.

El P├бjaro de Igziyabher, o Dios en su otro idioma, no se parec├нa a ning├║n otro p├бjaro, aunque los otros
p├бjaros tambi├йn hab├нan sido creados por Igziyabher. Si deb├нa creer a su madre, Mariyam, este P├бjaro
hab├нa sido creado especialmente mucho despu├йs de la creaci├│n del mundo. Se encargaba de vigilarlo, y
su misi├│n especial era mantener vigilado a Ras en nombre de Igziyabher. Dentro de su vientre hab├нa un
├бngel, o eso se le hab├нa dicho a Ras.

Era mayor que cincuenta ├бguilas pescadoras juntas y su cuerpo se parec├нa un poco al de un pez
deforme. Parte de ese cuerpo reflejaba la luz solar; los rayos rebotaban en ella igual que en el espejo de
Ras. Ten├нa las patas r├нgidas, suspendidas bajo el vientre, y sobresal├нan un poco a los dos lados de su
cuerpo. Sus garras eran muy extra├▒as: ten├нan forma redondeada, y jam├бs se abr├нan.

Sus alas estaban unidas a un hueso que asomaba por encima del P├бjaro, y las alas daban vueltas tan