"Philip Jose Farmer - Lord Tyger" - читать интересную книгу автора (Farmer Phillip Jose)

nombres, y los cocodrilos engordar├нan y ser├нan felices, y sus eructos sabr├нan a wantso y sus heces ser├нan
de wantso, y vuestros ni├▒os llorar├нan y no tendr├нan a nadie que les diera de comer y a nadie que les
defendiera contra el leopardo y les diera amor.

┬╗Oh, hombres de los wantso, vuestras mujeres me tem├нan igual que a un fantasma pero se tragaron su
miedo porque deseaban la pit├│n y la miel que Ras les trae desde la jungla, desde la Tierra de los
Fantasmas. Me han deseado y me han conocido, hombres de los wantso; incluso vuestras marchitas
abuelas me han deseado y han llorado porque ya no eran hermosas. Y yo, Ras Tyger, me he deslizado
por entre las sombras mientras que vuestras esposas e hijas se perd├нan entre los arbustos, y all├н han
sabido que Ras Tyger no es ning├║n fantasma p├бlido, y que Ras Tyger es la carne de la carne, la sangre
de la sangre, la carne sin cicatrices, la carne sana y hermosa que no puede ser contenida. Y...

Esta vez hab├нa ido demasiado lejos. Bigagi, olvidando que no deb├нa abandonar su puesto bajo ninguna
circunstancia, cruz├│ el puente a la carrera, gritando, otra lanza en su mano. Sewatu puso una flecha en su
arco y la dispar├│ hacia Ras. La flecha fall├│ por una gran distancia y cay├│ en el r├нo: un cocodrilo se
sumergi├│ r├бpidamente en pos de ella. Tibaso cruz├│ la puerta norte, seguido por los hombres que
lanzaban rugidos, y vino hacia el ├бrbol en que estaba Ras.

Una flecha se clav├│ en la corteza del tronco cerca de Ras. Se puso en pie y lo rode├│ para protegerse
con su masa. Como no deseaba verse estorbado por la flauta, la puso en un peque├▒o hueco donde se
encontraban el tronco y una rama. Despu├йs se meti├│ el cuchillo entre los dientes y corri├│ a lo largo de la
rama. La rama era muy larga y se extend├нa lo bastante sobre el r├нo como para que le fuese posible
recorrer por lo menos unos doce metros antes de doblarse hasta tal punto que le fue imposible seguir
manteniendo el equilibrio sobre ella.

Una lanza pas├│ volando junto a ├йl. Una flecha silb├│ tan cerca de su cuerpo que Ras decidi├│ que ser├нa
mejor apresurarse. Salt├│ de la rama, cay├│ casi diez metros y hendi├│ limpiamente las aguas del r├нo. Nad├│
hacia arriba tan deprisa como le fue posible pero no sali├│ a la superficie. El r├нo segu├нa estando lo bastante
limpio como para que los wantso pudieran verle por debajo del agua; todav├нa no se hab├нa oscurecido a
causa del fango. Tendr├нa que seguir sumergido hasta que pudiera salir por un punto donde no le
esperasen, y los wantso tendr├нan que ser r├бpidos con sus flechas y lanzas.

Bajo ├йl, a su izquierda, hab├нa algo muy grande que se le acercaba r├бpidamente, algo demasiado borroso
para ser identificable, aunque Ras sab├нa que era un cocodrilo. Ras luch├│ contra el p├бnico y sigui├│
nadando hasta que la mancha borrosa se hizo claramente identificable. Otra silueta apareci├│ detr├бs de
ella.

Entonces Ras sali├│ a la superficie, trag├│ aire y vio a los hombres que le apuntaban con sus flechas y
enarbolaban sus lanzas antes de arroj├бrselas. El cocodrilo m├бs pr├│ximo se lanz├│ hacia ├йl. Ras volvi├│ a
sumergirse, dio unas cuantas brazadas y luego emergi├│ nuevamente a la superficie. Hab├нa calculado el
momento a la perfecci├│n.

Aunque la mayor parte de lanzas y flechas hab├нan rebotado en su cuerpo, el cocodrilo hab├нa recibido un
lanzazo justo detr├бs de la mand├нbula y ahora estaba dando vueltas sobre s├н mismo, agitando las patas y la
cola, con su negra sangre llenando el agua a su alrededor.

El segundo cocodrilo estaba dirigi├йndose hacia la fuente de la sangre. Ras se alej├│ un poco, volvi├│ a
sumergirse, nad├│, subi├│ a buscar aire, se sumergi├│, nad├│, subi├│ a buscar aire y se qued├│ en la superficie.
Segu├нa siendo posible que le acertaran con una flecha, pero tendr├нa que ser un tiro muy afortunado, y en
realidad Ras no cre├нa que la muerte fuera capaz de tocarle.