"Ron Goulart - Plumrose" - читать интересную книгу автора (Goulart Ron)

hac├нa usted en el futuro?
тАФPublicidad.
тАФEntonces, servir├б usted como secretario. Dentro de tres d├нas le devolver├й a su ├йpoca.
La se├▒ora Hoggins lleg├│ con una polvorienta botella de co├▒ac y tres vasos sobre una bandeja de
cobre.
тАФEn la bodega hay tres duendes que se est├бn be-biendo el jerez тАФdijo, mientras escanciaba el licor.
тАФNo tienen mal gusto, los muy bribones тАФdijo Plum-roseтАФ. En cuanto haya resuelto los problemas
de Southwell y de Willsey me ocupar├й de ellos.
тАФComo quiera. Pero ya sabe c├│mo se multiplican los duen-des.
La se├▒ora Hoggins ocult├│ las manos detr├бs de su delantal y se march├│.
Plumrose alz├│ su vaso.
тАФVamos a brindar тАФdijoтАФ. ┬бPor el futuro!


Pas├й la noche en casa de Plumrose. No pod├нamos hacer nada hasta que el rayo del tiempo estuviera
arreglado, y Southwell se hab├нa marchado sin ofrecerme alojamiento en su casa. Me destinaron una
habitaci├│n de techo muy bajo, en el segundo piso, que era utilizada como almac├йn. Trat├й de catalogar
mentalmente el contenido de la habitaci├│n: amule-tos egipcios, montones de fotograf├нas de seres raros,
polvo-rientos manuscritos, gongs de bronce, tres serpientes diseca-das y un gran fajo de peri├│dicos al
lado del catre de tijera, al alcance de la mano. Me tumb├й y empec├й a hojear los peri├│-dicos. Eran de los
primeros meses de 1897 y los manej├й cui-dadosamente, temiendo que se desintegraran entre mis dedos.
Pero se encontraban en perfecto estado de conservaci├│n. La cosa me extra├▒├│, hasta que record├й que yo
mismo me encon-traba en 1897.
Encontr├й varios art├нculos acerca del asesino de la Nob Hill. En aquella ├йpoca, los peri├│dicos no
publicaban muchas fotograf├нas: la mayor parte de sus ilustraciones eran dibujos. En un per├нodo de cinco
meses y medio, el asesino de la Nob Hill hab├нa matado a seis muchachas. Cinco de ellas hab├нan sido
encontradas o hab├нan vivido en la regi├│n de la Nob Hill: de ah├н el apelativo asignado al asesino. Un
dibujo a pluma de una de las v├нctimas me impresion├│ profundamente.
La muchacha se llamaba Hester Cheyney y hab├нan encon-trado su cad├бver en un callej├│n que
desembocaba en la Clay Street, hac├нa un par de meses. Yo hab├нa visto en alguna parte el retrato de
aquella muchacha. Pero no recordaba d├│nde.
En las ├║ltimas p├бginas de los peri├│dicos, entre los anun-cios de cinturones magn├йticos y gabinetes de
masaje, encontr├й un retrato, tambi├йn a pluma, de Leo X. Guthrie. Estaba in-cluido en un anuncio de su
consultorio de dentista (extrac-ciones indoloras) de la California Street. Le reconoc├н. Hab├нa visto en
alg├║n lugar aquel retrato y el retrato de Hester Cheyney. Los hab├нa visto juntos.
Encend├н un cigarrillo y cerr├й los ojos. Tiempo atr├бs, me-jor dicho, tiempo adelante, en 1956, hab├нa
comprado un libro que hablaba de los casos criminales m├бs famosos de los Es-tados Unidos. Y en aquel
libro figuraba el retrato de Guthrie, estaba seguro.
Inmediatamente pens├й en Emily Southwell. ┬┐Iba a ser ella la pr├│xima v├нctima? No pod├нa recordar
ning├║n retrato de ella, ni que la citaran como una de las v├нctimas. Pero dado que Guthrie andaba suelto,
era evidente que iba a cometer unos cuantos cr├нmenes m├бs. No pod├нa recordar el n├║mero to-tal de sus
v├нctimas. Si hab├нan sido seis, no hab├нa nada que temer; pero no estaba seguro.
De lo que estaba seguro era del hecho que Guthrie era el asesino de la Nob Hill. Solt├й los peri├│dicos
y fui en busca de Plumrose.
Le encontr├й en su estudio, saboreando un vaso de co├▒ac.
тАФ┬┐Ha le├нdo usted los peri├│dicos? тАФme pregunt├│ al verme.
тАФS├н. ┬┐Los dej├│ usted all├н a prop├│sito?
Plumrose asinti├│.
тАФEra l├│gico suponer que un caso tan famoso como ├йste ser├нa conocido por mucha gente en el futuro.
Los art├нculos y las ilustraciones de los peri├│dicos han actuado sobre sus recuerdos tal como yo