"Arkady & Boris Strugatsky - Stalker" - читать интересную книгу автора (Strugatski Arkady)

- ┬бSigueme! -grita el Guia con voz ronca y se lanza a la negraboca.
Los dos salen del tubo a un recinto circular que tiene cierta semejanza con un baile
oriental. Seguramente aqui estuvo situado en otros tiempos una especie de puesto de
mando: hay mesas y sillas plegables, sobre las mesas, varios tel├йfonos (todos
descolgados), mapas topogr├бficos medio podridos, lapiceros desparramados. En el suelo
hay cajas de conservas y botellas. No se sabe por qu├й hay un cochecito infantil. El
Escritor, sentado a una mesa, descorcha una botella.
- Y est├б todo. ┬┐Qui├йn dijo miedo? -pronuncia animoso el Guia.
Es evidente que est├б aqui por primera vez: mira con profunda curiosidad, registra todos
los rincones. El Escritor, forcejeando con la botella, lo observa entre sombrio e ir├│nico.
- Cuando yo digo que se puede ir es que se puede -prosigue el Guia-. Dame, ┬┐por qu├й
tardas tanto? -quita la botella al Escritor y la descorcha h├бbilmente-. ┬┐D├│nde tesirvo? ┬┐No
tienes d├│nde? Bebe delgollete, t├║ el primero, te lo mereces...
Mientras tanto, el Profesor recorre el local, colocando distraida mente los tel├йfonos en
sus soportes. EI Escritor le da un largo tiento a la botella, despu├йs la apoya en la rodilla y
se relame.
- ┬┐Qu├й? ┬┐Calienta? -inquiere animadamente el Guia-. ┬бYa se ve! E1 Zorro pas├│ aqui unas
horas, aqui descans├│ y se desahog├│... Pero t├║ bebe, bebe, yo tomar├й otra entera, hay a
montones.
- Querido Chingachguk -enfatiza el Escritor-. Yo comprendo que todos sus rodeos no son
otra cosa que una forma singular de presentarme sus excusas. Lo perdono. Una infancia
desdichada, el medio en que se cri├│, lo comprendo perfectamente. ┬бPero no se haga
ilusiones! ┬бMe vengare sin falta!
El Guia, atareado con una nueva botella, profi├йre:
- ┬┐En serio?
- Si, si. Yo soy un hombre vengativo como todos los escritores y dem├бs artistas. Desde
luego, no pienso liarme a trompadas con usted y menos afin meterle un balazo entre las
paletillas... Lo har├й todo mucho mis fino. Le clavar├й debajo de su gorda pelleja tal aguja
que el mundo le pareceri un infierno. ┬бEn el mismo cerebro! ┬бEn el sistema nervioso
central!...
En este momento suena el timbre de un tel├йfono. Todos se estremecen, luego el Profesor
toma indeciso el aparato.
- SiтАж -dice.
Una voz croante pregunta irritada por el interfono:
- ┬┐Es el dos-veinte, tres-cuarenta y cuatro doce? ┬┐C├│mo funciona el tel├йfono?
- No tengo ni idea -dice el Profesor.
- Gracias, es una prueba de l├нnea.
Se oyen cortos pitidos. Los tres se miran unos a otros y luego al tel├йfono. Y de pronto el
Profesor se vuelve de espaldas y marca r├бpidamente un n├║mero. Su rostro tiene una
expresi├│n maliciosa.
- ┬бOigo! -responde una voz af├│nica de hombre.
- Perdona, por favor, si te molesto -dice ├йl Profesor-, pero estoy impaciente por decirte
unas palabras. ┬┐Me has reconocido, supongo?
Pausa.
- ┬┐Qu├й quieres?
- Es el edificio viejo, la sala de calderas, cuarto bunker. ┬┐He acertado?
- Ahora mismo llamo a la policia.
- ┬бYa es tarde! -pronuncia jubiloso el Profesor-. Estoy fuera de su alcance. ┬┐Sabes d├│nde
me encuentro? ┬бA dos pasos! Estoy a dos pasos del lugar, y t├║ ya no puedes hacer nada.
Llama a donde quieras, escribe delaciones, forma comisiones de expertizaci├│n m├йdica,