"Me Muero Por Ir Al Cielo" - читать интересную книгу автора (Flagg Fannie)Creer o no creer 8h 49m de la mañana Norma conducía lo más rápido que podía, y por un segundo perdió el siguiente semáforo y tuvo que pegar un frenazo, por lo que los papeles del seguro de la tía Elner se desparramaron por el suelo del coche. Para entonces estaba ya muy alterada y rezaba para tranquilizarse, pero sabía que tenía que rezar o conducir con cuidado; no podía hacer las dos cosas, así que decidió prestar atención a la carretera. Además de no querer sufrir un accidente, Norma tampoco estaba totalmente segura de que rezar sirviera de mucho. Había forcejeado con la fe durante toda su vida, y se preguntaba por qué no le había resultado fácil creer, como el inglés o la pronunciación en el instituto. Había sacado sobresalientes en ambas asignaturas; todo el mundo decía que tenía una voz clara y bonita, y aún era capaz de conjugar una frase. Pero ella, más que nadie, necesitaba tener fe en algo. Macky no era de ninguna ayuda, pues, contrariamente a lo que pensaba Verbena, estaba tan seguro de que ahí fuera no había nada como la tía Elner de que sí lo había. Esta la había llamado la semana anterior para decirle: «Norma, desde que veo estos programas científicos, mi opinión del Creador ha mejorado muchísimo; sabía que era fabuloso, pero no hasta qué punto; se me escapa cómo alguien pudo pensar en crear tantas cosas, vamos, que sólo las diferentes especies de peces tropicales ya son un milagro.» La tía Elner no tenía ninguna duda, pero Norma estaba atascada, fluctuando de un lado a otro. Un día creía, y el otro ya no sabía. Norma deseaba hablar con alguien sobre ello, pero no confiaba en su pastor, demasiado inexperto, y necesitaba todo el aliento posible. Pero aunque no estaba segura de a quién o qué rezar, a menudo suplicaba ayuda para superar los defectos de su carácter: no darse cuenta de cuándo la gente pone la botella de Norma estaba convencida de que su incapacidad para no sentirse ofendida por la gente con mal gusto o modales groseros, o por los que utilizaban la gramática incorrectamente y decían «fue» en vez de «ha ido», estuviera relacionada directamente con la inestabilidad de su fe. Esperaba algún día ver una señal, algún tipo de revelación, como prueba de que había algo ahí fuera. Verbena decía que siempre estaba alerta por si veía «signos, maravillas y milagros», y en la situación presente Norma daría por buena cualquier cosa, pero hasta el momento no había visto nada. Si ahora mismo muriera en un accidente mientras iba a ver a su tía, en su lápida debería leerse este epitafio: «Aquí yace Norma Warren, Muerta, pero todavía confusa.» |
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