"La Rana Viajera" - читать интересную книгу автора (Camba_Julio)

CABEZAS DE CERDO


Hace tiempo, los cerdos de Galicia llevaban una vida completamente
patriarcal. Eran, quizсs, algo inmorales, eran glotones y tenэan una
cierta socarronerэa muy campesina; pero ninguno de ellos estaba
contaminado por las ideas del siglo. Los chicos de los paisanos crecэan
entre ellos, y a veces, chicos y cerdos dormэan en la misma habitaciєn.
┐Puede imaginarse nada mсs virgiliano? En ciudades como Santiago habэa
quien se llevaba los cerdos a un segundo piso y salэa luego a pasearse
con ellos entre los canєnigos, los tenientes de la guarniciєn y los
estudiantes de latэn. Una seёorita inglesa que estuvo hace algunos aёos
en la ciudad del Apєstol--la autora de _Galicia. The Switzerland of
Spain_--le preguntє a su hostelera si era cierto lo que se decэa de los
cerdos santiagueses como animales de sociedad.

--No son ·nicamente los cerdos--contestє la interpelada--. Desde su
ventana puede usted ver dos cabras en el piso de enfrente. Sus dueёos
las tratan como personas de la familia...

Todavэa hay en Santiago quien recuerda a Montero Rэos guiando por las
calles un rebaёo de cerdos. Mсs tarde guiє electores. Luego,
diputados...

Sэ. Los cerdos llevaban aquэ una vida completamente patriarcal. Cuando
les llegaba su San Martэn, berreaban horriblemente y estiraban una pata,
que era un jamєn. Morэan dolorosamente, pero sin remordimientos de
conciencia. Nunca habэan tenido ambiciones ni vanidades. Si habэan
procurado engordar, no lo hicieron por ellos tanto como por sus dueёos.
Engordaron para que sus morcillas fuesen mсs sabrosas y para que su
tocino le diera mсs gusto al caldo de las buenas familias en cuyo seno
habэan vivido.

Pero ahora hay en Galicia una nueva generaciєn de cerdos. A poco de
estallar la guerra, unos hombres extraёos vinieron por aquэ y
soliviantaron a los cerdos, a las gallinas y a otros muchos animales
domщsticos.

--┐Cuсnto os dan aquэ por una docena de huevos?--parece que les
preguntaron a las gallinas.

--Y los jamones--dijeron, dirigiщndose a los cerdos--, ┐a cєmo los
vendщis?

El cerdo, animal muy tradicionalista, dio un gruёido y no hizo caso. La
gallina cacareє. Pero aquellos hombres hablaron de los mercados
extranjeros, donde todo se pagaba diez veces mсs que aquэ, y hoy
nuestros animales de corral y de alcoba han aprendido ya los caminos del
mundo. El cerdo gallego tiene actualmente sus ideas industriales, ni
mсs ni menos que si fuese un cerdo de Chicago. Dentro de poco serс capaz