"Arkady & Boris Strugatsky - Stalker" - читать интересную книгу автора (Strugatski Arkady)

- Debo decirles тАУ pronuncia tartamudeando -. Que me he llevado una peque├▒a sorpresa:
┬┐de donde han salido las gafas? ┬┐Por qu├й mi gu├нa usa gafas?
El Cient├нfico aprieta los labios.
- ┬бLas gafas, dela las vueltas que quiera, son un s├нntoma de intelectualismo! тАУ pontifica el
Escritor.
El gu├нa pronuncia por encima del hombro:
- ┬┐Empinaste el codo?
- ┬┐Yo? ┬┐En qu├й sentidoтАж De ninguna manera. No empin├й el codo. He tomado unas
copitas, si. Antes de marchar a pescar. Porque ahora vamos a pescar. ┬┐No?




El puesto de guardia.
El auto para en un camino vecinal. En torno se divisan confusamente h├║medos
matorrales. El Gu├нa se apea silenciosamente del auto y se dirige a donde, al final del
camino, rebrilla el asfalto h├║medo. El Cient├нfico se apea tambi├йn, le da alcance y anda al
lado.
- Para que ha tomado usted a ese intelectual? тАУ pregunta.
- No importa.- reponde el Gu├нa-. Se serenar├б. Se lo prometo. тАУ Y tras dar una pausa,
a├▒ade-: Por otra parte, su dinero no es peor que el de ustedтАж
El Cient├нfico lo mira r├бpidamente, pero no vuelve a abrir la boca. Se detienen en una
encrucijada y desde los matorrales miran al puesto de Guardia que est├б en la carretera, a
unos cien metros m├бs adelante. En la casita hay luz en la ventana. Al lado, al resplandor
l├нvido de un potente reflector, negrean dos motos con sidecar y un auto patrulla blindado.
A la derecha y a la izquierda de la carretera se alej├бn a trav├йs de las colinas los muros
protegidos con alambrada y torrecillas armadas con ametralladoras. Las puertas de la
Zona est├бn abiertas de par en par.
- La patrulla тАУ dice el Gu├нa.
- Est├бn todos dormidos тАУ musita el Cient├нfico-. Hay que tomar carrera y pasar a toda
velocidadтАж No tendr├бn tiempo ni para parpadear.
- Eres un estratega тАУ dice el Gu├нa -. Rapidea y embateтАж
Mira abajo, el edificio del Puesto de Guardia sobre el cual desciende lentamente la niebla
ajironada y gris. Dentro de unos minutos la niebla se tragar├б el edificio del puesto de
Guardia, la puerta cochera y el muro. En la niebla gris oscila una mancha p├бlida de luz,
como un farol ahogandose.
- As├н es mejor. тАУ dice el Gu├нa.
Regresan r├бpidamente al auto.
El Escritor, que se habia dormido en el asiento trasero, se incorpora.
- ┬┐Eh? тАУ pronuncia con voz estent├│rea-. ┬┐Hemos llegado?
El Gu├нa se vuelve y, agarrandole la cara con los cinco dedos, lo empuja con fuerza. El
Escritor, estupefacto, abre desmesuradamente los ojos; luego dice en un susurro:
- EntendidoтАж entendidoтАж Me callo.
El auto arranca, sale lentamente a la carretera, vira y despacio, muy despaciom, en plena
corresponda con las se├▒ales luminosas del bad├йn que limitan la velocidad, rueda frente al
Puesto de Guardia. Cuando entra en el haz de luz del reflector arrimolinado en la niebla,
en su negra y h├║meda carroceria se ve una inscripci├│n en tres idiomas:

ONU Instituto de Culturas Extraterrestres.
Inesperadamente, detr├бs tabletea una r├бfaga de ametralladora. En la niebla se enciende el