"Arkady & Boris Strugatsky - Stalker" - читать интересную книгу автора (Strugatski Arkady)

espero nada bueno de ustedes. Ustedes me han contratado, y yo me esforzar├й por que
queden vivos el mayor tiempo posible, y por eso no se ofendan. No tengo tiempo para los
cumplidos. Les cascar├й con lo que tenga a mano si no hacen algo bienтАж
- Por favor, que no sea en el brazo izquierdo тАУdice el Escritor.
- ┬┐Por qu├й?
- Me lo fractur├й en la infancia. Lo cuido.
- AhтАж -El Gu├нa se sonr├нe malicioso-. Cre├н que eras zurdo y escrib├нas con la izquierda.
Bueno entonces te zumbar├й en la cabeza. ┬┐Qu├й tal la tienes desde la infancia?
- Usted es demasiado severo con nosotros тАУdice el Escritor y alarga la mano hacia la
botella.
El Gu├нa agarra la botella, enrosca con fuerza el tap├│n y se la guarda en el bolsillo del
anorac.
- Eje-je-je-je тАУpronuncia el Escritor y se sirve el caf├й.
- Que silencio тАУdice el Profesor. Fuma pensativo, recostando la espalda en la lateral de la
vagoneta.
- Aqu├н siempre hay silencio тАУdice el Gu├нa-. Las ametralladoras quedan lejos, a unos
quince kil├│metros, y en la Zona no hay quien haga ruido.
- ┬┐Ser├б posible que est├йn a quince kil├│metros? тАУse sorprende el Profesor-. Yo no ten├нa ni
idea de que se pod├нa penetrar tantoтАж
- Se puede. Penetraron. Ahora se disipar├б la niebla, y ver├бs c├│mo penetraron.
De repente se oye en la niebla un ruido prolongado y chirriante. Todos se estremecen,
hasta el Gu├нa.
- ┬┐Qu├й es eso? тАУpregunta solamente con los labios el Escritor, que se ha puesto p├бlido.
El Gu├нa menea la cabeza callado.
- ┬┐Y si, a pesar de todo, es verdad que aqu├нтАжviven? тАУpregunta el Profesor.
- ┬┐Qui├йn? тАУinquiere despectivo el Gu├нa.
- No s├йтАж Pero una leyenda cuenta que qued├│ gente en la ZonaтАж
- Eso son habladur├нas y no leyenda тАУle interrumpe el Gu├нa-. Aqu├н no hay ni puede haber
nadie. Es la Zona, ┬┐entendido? ┬бla Zona!
Mientras tiene lugar esta conversaci├│n, el Escritor gira la cabeza pasando la mirada de
uno a otro. Est├б todav├нa p├бlido, pero se va sosegando poco a poco.
- Yo, claro, comprendo тАУdice- que la Zona es la Zona y no una mazona, ni una mona ni
una comilonaтАж Pero, por si acaso, algo he tra├нdo conmigo.
- ┬┐Que has tra├нdo? тАУEl Gu├нa fija los ojos en el Escritor.- ┬┐que has tra├нdo, espantap├бjaros?
El Escritor se da significativamente unas palmadas en el trasero.
- Dame tu cacharro тАУdice el Gu├нa y extiende la mano.
- ┬┐Para qu├й?
- ┬бDamelo, te digo!
El Escritor titubea. La expresi├│n de significativa superioridad desaparece de su
semblante.
- En la Zona no hay que disparar, imb├йcil тАУdice el Gu├нa-. Dame tu pistola.
- No se la doy тАУdice con decisi├│n el Escritor, pero a├▒ade en seguida, bajando el tono-: La
necesito yo, ┬┐comprende?
- Comprendo тАУdice el Gu├нa en voz inesperadamente suave-. Pero all├н no te va a hacer
falta para nada. Si te zumban de verdad ni Dios te salva. Pero si te hechan el guante o te
ves en un apuro yo te sacar├й. Muerto, no, muerto te dejar├й. Pero vivo te sacar├й. Eso te lo
prometo. No tomo el dinero en balde. Dame.
El escritor saca de mala gana del bolsillo trasero una diminuta browning de se├▒ora.
- No tiene m├бs que una bala тАУbalbucea-. En la rec├бmara.
- EntendidoтАж -El Gu├нa expulsa el cartucho y arroja desde├▒oso el arma a los durmientes-.